lunes, 13 de febrero de 2012

FUNCIONES QUE DESEMPEÑA EN EL SER HUMANO


El calcio es un mineral que se encuentra abundantemente en la naturaleza y que además forma parte de nuestro cuerpo. Cumple un papel esencial en la formación de los huesos. El 99% del calcio existente en nuestro cuerpo se encuentra en ellos. El 1% restante está en la sangre, en el líquido extracelular y en el tejido adiposo.
El calcio es necesario para la transmisión de los impulsos nerviosos, para la contracción muscular, para la coagulación de la sangre y para el funcionamiento del corazón.

Si no se ingiere una cantidad suficiente, el organismo se ve obligado a extraerlo de los huesos para asegurar este 1%.
En el metabolismo y composición de los huesos y dientes, el calcio está fuertemente relacionado con el fosforo (el 80% del fosforo del organismo forma parte de los huesos) y con el magnesio.


El organismo obtiene el 1% de calcio circulante necesario a través de dos mecanismos:

- Dieta: Mediante la absorción intestinal del calcio que ingresa con la dieta, sobre todo a partir de leches enriquecidas o derivados ricos en calcio.

- Huesos: Mediante la movilización del calcio de los huesos.

La absorción intestinal del calcio ingerido está favorecida por la vitamina D. Los huesos del esqueleto humano constituyen un depósito de calcio fácilmente movilizable. Así, continuamente hay un proceso de destrucción y reconstrucción de los huesos.

Si el calcio no se asimila con la dieta, se ponen en marcha una serie de mecanismos hormonales encaminados a extraer el calcio de los huesos. Si este calcio no se restituye con nuevas ingestas de este mineral, los huesos se debilitan dando lugar a lo que conoce como osteoporosis.

El riñón también tiene su papel en el mantenimiento de los niveles de calcio en sangre.


¿Qué factores lo regulan?




- PTH. La PTH se produce en las glándulas paratiroides y es importante para mantener el nivel de calcio en la sangre. Aumenta la salida de calcio del hueso, la reabsorción tubular renal de calcio y la absorción intestinal de calcio. Todo esto hace crecer el nivel de calcio en la sangre. Por ello su secreción crece cuando disminuye el calcio en sangre.

- Vitamina D. La vitamina D se obtiene a partir de la alimentación (pescado azul, vísceras, sobre todo cerebro, aceite de hígado de pescado, mantequilla y yema de huevo, leches enriquecidas y cereales enriquecidos) y también se produce en la piel por la acción del sol a partir de su precursor (el 7-dehidrocolesterol). Las personas jóvenes tienen grandes depósitos de este precursor en la piel pero van disminuyendo con la edad, por lo que es necesario aumentar la vitamina D en la dieta de las personas mayores. Así mismo las poblaciones de los países que reciben poco sol tienen disminuida su capacidad de sintetizar Vitamina D, por lo que es necesario aumentar la vitamina D en la alimentación. La vitamina D estimula la absorción intestinal de calcio y favorece la reconstrucción ósea.

- Calcitonina. La calcitonina es una hormona que producen y segregan unas células especiales del tiroides. La secreción se estimula por el aumento de calcio en la sangre. Su efecto hace disminuir los niveles de calcio en la misma. Para ello, favorece la disminución de salida de calcio de los huesos e incrementa la pérdida de calcio por el riñón.

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